martes, 15 de marzo de 2016

La civilización del espectáculo



César Alejandro Abraham Franco Frutos1






Recientemente, he acabado de leer por recomendación del Dr. Benjamín Fernández Bogado2 el libro La civilización del espectáculo3, un libro bastante interesante, pues da mucho de qué hablar. Habla de un “mundo donde el primer lugar en la tabla en la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal”, aterrado por el progreso de la “democratización” cultural y la pérdida de poder de las élites dominantes de intelectuales que ejercían de su facultad de poder implementar la falacia del Magister Dixit cuasi-incuestionables. Sin embargo, actualmente podemos conocer mejor nuestro entorno, saber más, cuestionar y hasta explicar de manera mucho más factible todo lo que nos sucede. En lo siguiente, me concentro en algunas de las insuficiencias y vacíos que pude constatar en sus páginas.

Por un lado la educación actual no es una simple alfabetización, ni tampoco una banalización de la cultura. La ventaja que nos da la educación actual es que nos enseña a pensar y razonar, esto no es una banalización. Banalización sería la educación de antes que era, y en algunos lugares sigue siendo, una sombra de la ingeniería social utilizada durante la revolución industrial que, basado en la destrucción, construcción, reeducación de masas, pensaba lo que hasta hoy sigue siendo, y tal vez siga siendo per omnia saecula seculorum, una fábula, el nuevo hombre. Igualmente, no hay que confundir cultura con conocimiento, “Cultura no es sólo la suma de diversas actividades, sino un estilo de vida”, una manera de ser en la que las formas importan tanto como el contenido. Y el conocimiento tiene que ver con la evolución de la técnica y las ciencias, y la cultura es algo anterior al conocimiento, una propensión del espíritu y un cultivo de la forma que da sentido al conocimiento.

Aunque, la sociedad del espectáculo tiene razón en algo.  El espectáculo, busca enajenar a las masas, ofreciendo un divertido circo, para así volver atractiva a la banal levedad y aburrido al conocimiento realmente importante, el que muestra los verdaderos hilos que mueven el mundo.  Además que, por más que estemos en una era de la información, somos constantemente bombardeados de información que poco a poco nos vuelve más indiferentes ante el dolor ajeno.

Con total impunidad, Vargas Llosa ilustra su idea de que la pérdida de la seriedad y profundidad en todas las disciplinas culturales, artísticas o de pensamiento, y el triunfo de la insoportable levedad, tomando la idea de Milan Kundera4, pero sin citarlo.

Por otro lado, él defiende que hay culturas superiores y culturas inferiores, pero que el miedo a la sanción social impide proclamar públicamente dicha premisa. “La corrección política ha terminado por convencernos de que es arrogante, dogmático, colonialista y hasta racista hablar de culturas superiores e inferiores”.

Vargas Llosa entiende que la cultura se trata de un bien creado por Occidente, más específicamente Europa. No hace ni una sola mención a las riquísimas creaciones de China, Japón, India, Mesoamérica, ni siquiera de los Andes, siendo él Peruano de nacimiento. No existe alusión alguna de que estas pudieron haber influido en el desarrollo de la humanidad. Habla un poco del mundo musulmán, como reflejo invertido de lo que sería la cultura, siendo que podría ser que la mencionada des-cultura de los musulmanes, podría tener valores y antivalores que el Occidente fue perdiendo con el tiempo, como el respeto a la familia, a las jerarquías, a la religión, castigando el crimen pequeño, para que se tema y no se comentan crímenes graves, fallando solamente en el fanatismo radical que no logra aceptar las otras culturas. Pero Occidente no se queda atrás en dicho fanatismo, no logrando aceptar o comprender a esta otra cultura. Esta Tesis puede corroborarse con el hecho de que la propaganda occidental ha llegado tan lejos, tanto que hasta Vargas Llosa hace alusión de su odio hacia la des-cultura musulmana, o hablando de culturas superiores o inferiores. Europa es la creadora de la “cultura de la libertad” y ésta es la única que merece llamarse “cultura”.

Está absolutamente convencido de la superioridad intrínseca de la cultura europea a la que llama civilización, y que la cultura de la libertad es el culmen del desarrollo cultural que todos debieran de tener la dicha de alcanzar. Así que los proyectos coloniales “civilizan” a los nativos. Aunque por supuesto, se refiere a la cultura europea que nación con la modernidad, ya que la Europa que salía del medioevo hacia el final del s. XV o inicios del s. XVI, estaba muy atrasada con respecto a otras culturas como la china.

La difusión universal de la cultura europea y el arrinconamiento o desaparición de las demás culturas es el resultado natural de la superioridad de unas y la inferioridad de otras, por ejemplo: el castellano o inglés se imponen, mientras que el náhuatl, quechua, guaraní u otras culturas americanas declinan porque su cultura es inferior a las de Europa. Pero resulta difícil de creer que la cultura europea sea intrínsecamente superior, sino que era la cultura de la potencia colonial que impuso su hegemonía militar y económica en el mundo durante varios siglos, adoptándose así la cultura de los colonizadores.

No existen culturas superiores o inferiores, sino culturas de sociedades ricas y poderosas, y culturas de sociedades pobres y dominadas. Las culturas que se asientan en la pobreza, se desarrollan pobremente y las culturas que se sostienen con una base económica poderosa, se desarrollan con gran poder. Al removerse las barreras que limitan a las culturas pobres, éstas se desarrollan con bastante rapidez.

Pero más allá de intentar criticar a la sociedad actual, en la que se van perdiendo los valores, la cultura, etc. Y más allá del racismo de culturas que expresa en su libro. Mario Vargas Llosa hace una extensa crítica al mundo capitalista. Teniendo en cuenta que “capitalista” es un término despectivo para denominar al éxito de las personas, de las empresas, de la sociedad, fuera de su ideología socialista radical.

Así como Europa, durante su colonización ha impuesto su cultura mediante el uso del Hard Power, el orden mundial que se representa como la Sociedad del Espectáculo, lo hace sustentándose con el Soft Power, formando así al Nuevo Hombre de esta ingeniería social. Reeducando a las masas con el entretenimiento, para desviar su atención de los problemas reales a los que nos enfrentamos. La información es tan rápida y accesible, pero nos están alienando con un bombardeo de información, entretenimiento, nos reeducan. Europa nos invadió con su cultura mediante las armas, la Sociedad del Espectáculo nos invadió con pan y circo.

Si viéramos todo esto desde el punto de vista Hegeliano o historicista, podríamos hasta manifestar que la sociedad del espectáculo es el mismísimo espíritu de los pueblos. Al principio, todo esto puede ser visto como un cúmulo caótico de acontecimientos casuales o dependientes del capricho de los individuos. Pero mediante la comprensión se puede intentar analizar los hechos aisladamente, mediante una confrontación dialéctica, y encontrar la evolución. En la historia el conflicto siempre se vio como malo, pero no es ni bueno ni malo, el proceso de la mentalidad colectiva del ser humano evoluciona con el conflicto.





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 1. Magíster en Relaciones Internacionales y Diplomacia por la Universidad de la Integración de las Américas UNIDA(2016). Licenciado en Relaciones Internacionales(2013). Curso Post-título en "Ciencias Políticas y Económicas" otorgado por la UNIDA y la Fundación ISSOS para la Libertad y el Desarrollo(2016). Bachiller con énfasis en Administración de Negocios cursado en el Centro Educativo Sagrado Corazón de Jesús CESCJ(2010). Auditor Junior en Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas SENAVE(2012). Asesoría de la Sindicatura en Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay ESSAP (2015-2016). Actualmente cursando la carrera de Derecho y una Especialización en Didáctica Universitaria en UNIDA. Ayudante de cátedras en la misma(2014-2015).

2. Benjamín Fernández Bogado es doctor en derecho, periodista y profesor universitario. Ha hecho estudios de post grado  en las Universidades de Navarra (España), Oxford (UK) Minnesota, Syracuse y Harvard de los EEUU.

3. Ensayo escrito por el escritor y Nobel peruano, Mario Vargas Llosa, en el año 2012. 

4. La insorportable levedad del ser, escrita en el año 1984, por el escritor checo Milan Kundera, que mediante su obra, relata la inutilidad de la existencia y la necesidad del eterno retorno de Nietzche por el cual todo lo vivido ha de repetirse eternamente, sólo que al volver lo hace de un modo diferente, ya no fugaz como ocurrió en el principio.

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